domingo, 20 de abril de 2008

UNA FERIA DESCANSADA

Otro año más aquí en la Feria de Sevilla, muy cansado.
Soy de Madrid y me tengo que dirigir a Sevilla para trabajar en la feria.
Llegué el lunes por la mañana levantandome a las seis y media de la mañana.
Me levanté, desayuné y empezé a preparar todos los mecanismos y últimos retoques de la máquina, para que todo estuviera en orden. Tan solo después de haber hecho eso ya estaba cansado sin ganas de seguir,pero todavía no había ni empezado la feria y todos los días hay que trabajar unas ocho horas díarias sin descansar vendiendo entradas.
Cuando iba a empezar a vender las entradas empezó a llover como nunca había visto. No quedaba nadie en la calle del infierno.
En ese momento me dije: voy a perder mucho dinero pero al menos podre descansar.
Estuvo toda la feria lloviendo hasta el viernes, cuando empezé a trabajar de verdad.
Fue una feria muy descansada pero el dinero que había perdido no lo iba a poder recuperar.

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